zaidi3_HaniAl-AnsipictureallianceviaGettyImages_yemenmancholeramedicine Hani Al-Ansi/picture alliance via Getty Images

Mantener el impulso contra el cólera

SEATTLE – Cuando el ciclón Idai azotó a Mozambique, Malawi y Zimbabue en la noche del 14 de marzo, causó una devastación inimaginable y se cobró más de 1.000 vidas. Tras su paso, y el del ciclón Kenneth al mes siguiente, la inundación y la pérdida de infraestructura crearon las condiciones para un brote explosivo de cólera, una enfermedad diarreica mortal que puede matar a una persona en cuestión horas si no recibe tratamiento.

Pero lo que sucedió a continuación es clave: después del paso devastador de Idai, las autoridades lanzaron una iniciativa de respuesta rápida y, en el lapso de 24 horas, dispusieron el suministro de vacunas orales contra el cólera en Mozambique. Con un esfuerzo de vacunación de gran escala que hoy está en curso, el brote está bajo control y se han salvado miles de vidas.

En el pasado, los países en desarrollo que han sido azotados por desastres naturales o aquejados por la guerra no han sido tan afortunados. Después de un terremoto devastador en 2010, Haití experimentó un brote de cólera prolongado que se cobró miles de vidas y puso en peligro su recuperación. Y en Yemen, un país que hoy está desgarrado por la guerra, aún no se ha podido controlar un brote igualmente generalizado.

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