SEATTLE – A medida que nos embarcamos en un nuevo año, he estado pensando en los “propósitos” y, más específicamente, en lo que necesita una persona o una sociedad para actuar con decisión en un mundo de interminables retos y obstáculos. A lo largo de mi vida profesional, he sido testigo de muchos triunfos contra todo pronóstico, logros extraordinarios que suelen comenzar con un pequeño grupo de personas intentando solucionar un problema. En los mejores casos, las comunidades locales, el gobierno y el sector privado se alinean e invierten en programas y políticas que crean más oportunidades para que estos grupos prosperen.
SEATTLE – A medida que nos embarcamos en un nuevo año, he estado pensando en los “propósitos” y, más específicamente, en lo que necesita una persona o una sociedad para actuar con decisión en un mundo de interminables retos y obstáculos. A lo largo de mi vida profesional, he sido testigo de muchos triunfos contra todo pronóstico, logros extraordinarios que suelen comenzar con un pequeño grupo de personas intentando solucionar un problema. En los mejores casos, las comunidades locales, el gobierno y el sector privado se alinean e invierten en programas y políticas que crean más oportunidades para que estos grupos prosperen.