fuest10_ Alberto OrtegaEuropa Press via Getty Images_europeenergy Alberto Ortega/Europa Press via Getty Images

Europa debe evitar una carrera de subsidios

MÚNICH – La crisis energética –especialmente la escasez de gas debido a una pérdida de suministros de Rusia- está hundiendo a Europa en una recesión y causando tensiones sociales y conflictos distributivos. Los gobiernos europeos buscan ansiosamente maneras de apaciguar la situación, pero sólo lo lograrán si cooperan de manera estrecha. El mercado energético transfronterizo debe permanecer abierto y la Unión Europea debería ejercer su poder de mercado cuando les compra gas a terceros países. Pero sin estrategias nacionales de gestión de crisis coordinadas, la respuesta de Europa podría convertirse en una carrera de subsidios contraproducente.

Los precios de la energía en marcado aumento han reducido la producción y el consumo por igual, y los hogares responden a los crecientes costos recortando otros gastos. Algunos ya están recurriendo a los ahorros, pero muchos otros no quieren tocar sus reservas porque temen que las vayan a necesitar más tarde. Y otros, por supuesto, directamente no tienen reservas.

Los precios elevados del gas son centrales en esta crisis, porque afectan no sólo las boletas de la calefacción sino también la producción industrial y de electricidad. Cuando la electricidad está en alta demanda, las energías renovables, el carbón y la energía nuclear no son suficientes. Y como la central eléctrica activa más cara es la que determina el precio de la electricidad, los precios más altos del gas también han hecho subir marcadamente los precios de la electricidad –ambos aumentaron aproximadamente diez veces entre enero de 2021 y septiembre de 2022.

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