SEÚL – La invasión ilegal de Rusia a Ucrania —un desfachatado intento para destruir a un estado independiente y soberano que vivía en paz con fronteras reconocidas— generó profundas preguntas sobre el mundo en el que deseamos vivir y la forma en que se deben gestionar las relaciones internacionales en el futuro. Un año después la búsqueda de respuestas es aún más urgente, y tanto los países más próximos a la guerra como los más alejados de ella deben involucrarse.
SEÚL – La invasión ilegal de Rusia a Ucrania —un desfachatado intento para destruir a un estado independiente y soberano que vivía en paz con fronteras reconocidas— generó profundas preguntas sobre el mundo en el que deseamos vivir y la forma en que se deben gestionar las relaciones internacionales en el futuro. Un año después la búsqueda de respuestas es aún más urgente, y tanto los países más próximos a la guerra como los más alejados de ella deben involucrarse.