NUEVA YORK – Los intelectuales progresistas de Europa han dado en desdeñar el “centrismo” político. Sus críticos argumentan que su énfasis equivocado en el terreno medio impide la formación de alternativas políticas, llevando al ascenso de partidos extremistas a la izquierda y la derecha. Visto así, las consecuencias del centrismo serían el populismo, la polarización y, a fin de cuentas, una creciente desconfianza de los principios democráticos.
NUEVA YORK – Los intelectuales progresistas de Europa han dado en desdeñar el “centrismo” político. Sus críticos argumentan que su énfasis equivocado en el terreno medio impide la formación de alternativas políticas, llevando al ascenso de partidos extremistas a la izquierda y la derecha. Visto así, las consecuencias del centrismo serían el populismo, la polarización y, a fin de cuentas, una creciente desconfianza de los principios democráticos.