NUEVA YORK – Que los jóvenes tienden a la izquierda fue por décadas una especie de ley de hierro de la política. Como en la frase que Winston Churchill probablemente nunca dijo: «el que no es conservador a los cuarenta no tiene cerebro, y el que no es progresista a los veinte no tiene corazón». De John F. Kennedy, Bill Clinton y Tony Blair a Barack Obama y Jacinda Ardern, numerosas luminarias de la izquierda han construido carreras políticas sobre la promesa del progresismo juvenil.
NUEVA YORK – Que los jóvenes tienden a la izquierda fue por décadas una especie de ley de hierro de la política. Como en la frase que Winston Churchill probablemente nunca dijo: «el que no es conservador a los cuarenta no tiene cerebro, y el que no es progresista a los veinte no tiene corazón». De John F. Kennedy, Bill Clinton y Tony Blair a Barack Obama y Jacinda Ardern, numerosas luminarias de la izquierda han construido carreras políticas sobre la promesa del progresismo juvenil.