khrushcheva113_AlexWroblewskiGettyImages_AOCwomenrepresentatives Alex Wroblewski/Getty Images

Las mujeres en la cima de las democracias del mundo

MOSCÚ – La reciente declaración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre que cuatro congresistas demócratas de color – Ayanna Pressley, Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar y Rashida Tlaib – deberían “regresar” a sus países fue un  recordatorio más de su descarado racismo y sexismo. (Tres de ellas nacieron en Estados Unidos y la cuarta se convirtió en ciudadana de Estados Unidos cuando aún era menor de edad). Sin embargo, dicha declaración también resalta los perfiles en ascenso de las mujeres en el ámbito de la política – una tendencia que continuará, sin importar si la misma aterroriza a hombres inseguros como Trump.

Hace un siglo en Europa, las sufragistas más importantes, como Inessa Armand, Rosa Luxemburg y Clara Zetkin, no tenían más remedio que buscar hombres poderosos para validar sus aspiraciones. Uno de ellos fue el líder soviético Vladimir Lenin, quien abogó por la eliminación de “las viejas leyes que colocaban a la mujer en desigualdad en relación con el hombre”. Armand (supuestamente) se involucró románticamente con Lenin, y Zetkin lo entrevistó sobre “el asunto relativo a las mujeres” en el año 1920, tras su discurso de 1919 sobre las “tareas del movimiento de mujeres trabajadoras en la República Soviética”.

Si bien este abordaje fue comprensible, también fue comprobadamente ineficaz. Lenin insistió en que sólo el socialismo, con su promesa de igualdad para todos, podría liberar a las mujeres. “Dondequiera que se conserva el poder del capital”, declaró en ese discurso, “los hombres conservan sus privilegios”.

https://prosyn.org/0GU0W9Ses