entsminger6_ SERGIO FLORESAFP via Getty Images_metaverse SERGIO FLORES/AFP via Getty Images

¿Quién establecerá la ética del metaverso?

LONDRES – El “metaverso” aún no ha llegado, y cuando llegue no será un dominio único bajo el control de una sola empresa. Facebook quiso inducirnos a tener esa impresión cuando cambió su nombre a Meta, pero su cambio de marca coincidió con inversiones de gran importancia por parte de Microsoft y Roblox. Todas estas empresas se están inclinando con dirección a dar forma a cómo se utilizarán las identidades digitales y la realidad virtual para organizar una parte aún mayor de nuestras vidas cotidianas: desde el trabajo y la atención médica hasta las compras, los juegos y otras formas de entretenimiento.

El metaverso no es un concepto nuevo. El término fue acuñado por el novelista de ciencia ficción Neal Stephenson en su libro Snow Crash publicado el año 1992, en dicho libro se describe una distopía hipercapitalista en la que la humanidad ha optado, colectivamente, por vivir en entornos virtuales. Hasta ahora, la experiencia no ha sido menos distópica aquí, en el mundo real. La mayoría de los experimentos con entornos digitales inmersivos se han visto empañados de inmediato por la intimidación, el acoso, la agresión sexual digital y todos los otros abusos que hemos llegado a asociar con plataformas que “se mueven rápido y rompen cosas”.

Nada de esto debería causar sorpresa. La ética de las nuevas tecnologías siempre ha ido a la zaga de las innovaciones propiamente dichas. Por esta razón, los partes interesadas independientes deberían proporcionar modelos de gobernanza más temprano que tarde, es decir antes de que las corporaciones que tienen sus propios intereses lo hagan, y actúen teniendo en mente sus propios márgenes de ganancia.

https://prosyn.org/KIKV1Mses