LONDRES – El “metaverso” aún no ha llegado, y cuando llegue no será un dominio único bajo el control de una sola empresa. Facebook quiso inducirnos a tener esa impresión cuando cambió su nombre a Meta, pero su cambio de marca coincidió con inversiones de gran importancia por parte de Microsoft y Roblox. Todas estas empresas se están inclinando con dirección a dar forma a cómo se utilizarán las identidades digitales y la realidad virtual para organizar una parte aún mayor de nuestras vidas cotidianas: desde el trabajo y la atención médica hasta las compras, los juegos y otras formas de entretenimiento.
LONDRES – El “metaverso” aún no ha llegado, y cuando llegue no será un dominio único bajo el control de una sola empresa. Facebook quiso inducirnos a tener esa impresión cuando cambió su nombre a Meta, pero su cambio de marca coincidió con inversiones de gran importancia por parte de Microsoft y Roblox. Todas estas empresas se están inclinando con dirección a dar forma a cómo se utilizarán las identidades digitales y la realidad virtual para organizar una parte aún mayor de nuestras vidas cotidianas: desde el trabajo y la atención médica hasta las compras, los juegos y otras formas de entretenimiento.