PALO ALTO – Desde las alarmas por el cambio climático y las preocupaciones por la «tripledemia» hasta el Reloj del Apocalipsis del Boletín de Científicos Atómicos, nos inundan las advertencias espantosas. Los medios de difusión y las redes sociales nos alertan diariamente sobre todo tipo de peligros, desde políticos nefandos hasta catástrofes naturales. Todas esas advertencias —algunas sinceras y otras, fabricadas— no solo activan nuestros celulares sino también nuestros cerebros, y nos llevan a preguntarnos cómo puede estar afectándonos, psicológica y socialmente, todo este «discurso de amenazas».
PALO ALTO – Desde las alarmas por el cambio climático y las preocupaciones por la «tripledemia» hasta el Reloj del Apocalipsis del Boletín de Científicos Atómicos, nos inundan las advertencias espantosas. Los medios de difusión y las redes sociales nos alertan diariamente sobre todo tipo de peligros, desde políticos nefandos hasta catástrofes naturales. Todas esas advertencias —algunas sinceras y otras, fabricadas— no solo activan nuestros celulares sino también nuestros cerebros, y nos llevan a preguntarnos cómo puede estar afectándonos, psicológica y socialmente, todo este «discurso de amenazas».