NEW HAVEN - En septiembre de 1998, en las profundidades de la crisis financiera asiática, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos en ese momento, tenía un mensaje sencillo que comunicar: EE.UU. no es un oasis de prosperidad en un mundo en dificultades. Su punto viene aún más al caso hoy que en aquel entonces.
NEW HAVEN - En septiembre de 1998, en las profundidades de la crisis financiera asiática, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos en ese momento, tenía un mensaje sencillo que comunicar: EE.UU. no es un oasis de prosperidad en un mundo en dificultades. Su punto viene aún más al caso hoy que en aquel entonces.