MADRID – Ha transcurrido un año desde que Rusia invadió Ucrania en febrero del año pasado. De todas las lecciones que pueden extraerse este año fatídico, se podría destacar una en concreto: la interdependencia no es sinónimo de paz y debe ser adaptada para hacer frente a una nueva realidad internacional.
MADRID – Ha transcurrido un año desde que Rusia invadió Ucrania en febrero del año pasado. De todas las lecciones que pueden extraerse este año fatídico, se podría destacar una en concreto: la interdependencia no es sinónimo de paz y debe ser adaptada para hacer frente a una nueva realidad internacional.