BRUSELAS – A medida que los gobiernos introducen reglas de distanciamiento social de distintos grados de rigurosidad para combatir la pandemia del COVID-19, es probable que el tema de cuánto deberían prolongarse genere un intenso debate. Muchos economistas y psicólogos advertirán que un periodo largo de detención residencial de facto dañará la salud mental y el estado financiero de la gente, mientras que los epidemiólogos argumentarán que mantener el confinamiento ayudará a aplanar la curva de contagio más rápidamente. Las autoridades que diseñen medidas de este tipo harían bien en tomar en cuenta ambas opiniones.
BRUSELAS – A medida que los gobiernos introducen reglas de distanciamiento social de distintos grados de rigurosidad para combatir la pandemia del COVID-19, es probable que el tema de cuánto deberían prolongarse genere un intenso debate. Muchos economistas y psicólogos advertirán que un periodo largo de detención residencial de facto dañará la salud mental y el estado financiero de la gente, mientras que los epidemiólogos argumentarán que mantener el confinamiento ayudará a aplanar la curva de contagio más rápidamente. Las autoridades que diseñen medidas de este tipo harían bien en tomar en cuenta ambas opiniones.