MADISON – El 13 de septiembre, el gobierno chino aprobó planes para elevar la edad de jubilación obligatoria de 60 a 63 años para los hombres, de 55 a 58 años para las mujeres que cumplen trabajos no manuales y de 50 a 55 años para las mujeres obreras. Estos cambios, que se implementarán en etapas en los próximos 15 años, apuntan a mitigar los efectos del rápido envejecimiento de la población y del achicamiento del presupuesto para pensiones de China. Pero, después de dos décadas de inacción, esta reforma tan esperada no alcanza para cumplir con lo que el país necesita. Lo único que hace es patear una bomba de tiempo política hacia adelante para que la desactiven las generaciones futuras.
MADISON – El 13 de septiembre, el gobierno chino aprobó planes para elevar la edad de jubilación obligatoria de 60 a 63 años para los hombres, de 55 a 58 años para las mujeres que cumplen trabajos no manuales y de 50 a 55 años para las mujeres obreras. Estos cambios, que se implementarán en etapas en los próximos 15 años, apuntan a mitigar los efectos del rápido envejecimiento de la población y del achicamiento del presupuesto para pensiones de China. Pero, después de dos décadas de inacción, esta reforma tan esperada no alcanza para cumplir con lo que el país necesita. Lo único que hace es patear una bomba de tiempo política hacia adelante para que la desactiven las generaciones futuras.