SAN PETERSBURGO, RUSIA – Cada día, millones de personas en el mundo desarrollado y en desarrollo quedan atrapadas en atascos de tráfico o entran a presión en vagones de metro en su ida o regreso del trabajo, probablemente en uno de sus encuentros frecuentes (o cotidianos) con sistemas de infraestructura que se encuentran al límite. Tanto en las economías avanzadas como en las emergentes, los sistemas de aguas ya han pasado a ser caducos o inadecuados y la sobrecarga de las matrices eléctricas suele producir apagones.
SAN PETERSBURGO, RUSIA – Cada día, millones de personas en el mundo desarrollado y en desarrollo quedan atrapadas en atascos de tráfico o entran a presión en vagones de metro en su ida o regreso del trabajo, probablemente en uno de sus encuentros frecuentes (o cotidianos) con sistemas de infraestructura que se encuentran al límite. Tanto en las economías avanzadas como en las emergentes, los sistemas de aguas ya han pasado a ser caducos o inadecuados y la sobrecarga de las matrices eléctricas suele producir apagones.