CAMBRIDGE – Los datos masivos se crean a partir del rastro digital que dejamos cuando usamos tarjetas de crédito, teléfonos celulares o Internet. Usados de forma precisa y minuciosa, estos datos nos dan un alcance sin precedentes para entender nuestra sociedad y mejorar la manera en que vivimos y trabajamos. Sin embargo, lo que en teoría funciona bien, puede no traducirse con éxito en el mundo real, donde las complejas interacciones humanas no siempre se pueden capturar, incluso mediante los modelos más sofisticados. Los datos masivos nos obligan a experimentar a gran escala.
CAMBRIDGE – Los datos masivos se crean a partir del rastro digital que dejamos cuando usamos tarjetas de crédito, teléfonos celulares o Internet. Usados de forma precisa y minuciosa, estos datos nos dan un alcance sin precedentes para entender nuestra sociedad y mejorar la manera en que vivimos y trabajamos. Sin embargo, lo que en teoría funciona bien, puede no traducirse con éxito en el mundo real, donde las complejas interacciones humanas no siempre se pueden capturar, incluso mediante los modelos más sofisticados. Los datos masivos nos obligan a experimentar a gran escala.