KIGALI – Cuando el COVID-19 comenzó a convertirse en pandemia a principios de 2020, los países desarrollados se vieron en dificultades para contener el virus, y muchos comenzaron a inquietarse sobre la capacidad de los países africanos para resistirlo. Expertos de todo el mundo anunciaron graves predicciones, advirtiendo que los débiles sistemas de salud pública de la región quedarían diezmados. Sin embargo, viendo en retrospectiva los primeros nueve meses de la pandemia, es evidente que los países africanos no solo sobrevivieron, sino que también pudieron dar lecciones sobre cómo enfrentar crisis similares en el futuro.
KIGALI – Cuando el COVID-19 comenzó a convertirse en pandemia a principios de 2020, los países desarrollados se vieron en dificultades para contener el virus, y muchos comenzaron a inquietarse sobre la capacidad de los países africanos para resistirlo. Expertos de todo el mundo anunciaron graves predicciones, advirtiendo que los débiles sistemas de salud pública de la región quedarían diezmados. Sin embargo, viendo en retrospectiva los primeros nueve meses de la pandemia, es evidente que los países africanos no solo sobrevivieron, sino que también pudieron dar lecciones sobre cómo enfrentar crisis similares en el futuro.