PARÍS – Cuando los representantes de casi 200 países firmaron el acuerdo climático de París el 12 de diciembre de 2015, hubo celebraciones en todo el mundo. Pero ya han pasado cinco años y el mundo está en un estado de incertidumbre cada vez más profunda. La crisis del COVID-19 no admite soluciones rápidas. La pandemia ha introducido crisis económicas y sociales cada vez más agudas, así como una ola de mayor endeudamiento. El panorama geopolítico ha estado fracturado durante décadas y eso no ha cambiado. Y, con la reorganización en curso de las cadenas de suministro globales, las perspectivas de lograr una mayor integración global a través del comercio se están desvaneciendo.
PARÍS – Cuando los representantes de casi 200 países firmaron el acuerdo climático de París el 12 de diciembre de 2015, hubo celebraciones en todo el mundo. Pero ya han pasado cinco años y el mundo está en un estado de incertidumbre cada vez más profunda. La crisis del COVID-19 no admite soluciones rápidas. La pandemia ha introducido crisis económicas y sociales cada vez más agudas, así como una ola de mayor endeudamiento. El panorama geopolítico ha estado fracturado durante décadas y eso no ha cambiado. Y, con la reorganización en curso de las cadenas de suministro globales, las perspectivas de lograr una mayor integración global a través del comercio se están desvaneciendo.