BRUSELAS – En 2020, la gente en todo el mundo experimentó una vida en cámara lenta, aun cuando los acontecimientos políticos se aceleraron. Para la Unión Europea, transitar la crisis del COVID-19 ha sido difícil; sin embargo, a pesar de mucha maledicencia, los europeos no sólo se mantuvieron unidos, sino que crecieron juntos, forjando un bloque más cohesivo. En 2021, la cooperación global debería hacer un retorno contundente, y la UE debería seguir persiguiendo una “autonomía estratégica” para poder salvaguardar a sus ciudadanos y sus intereses en los años y décadas por delante.
BRUSELAS – En 2020, la gente en todo el mundo experimentó una vida en cámara lenta, aun cuando los acontecimientos políticos se aceleraron. Para la Unión Europea, transitar la crisis del COVID-19 ha sido difícil; sin embargo, a pesar de mucha maledicencia, los europeos no sólo se mantuvieron unidos, sino que crecieron juntos, forjando un bloque más cohesivo. En 2021, la cooperación global debería hacer un retorno contundente, y la UE debería seguir persiguiendo una “autonomía estratégica” para poder salvaguardar a sus ciudadanos y sus intereses en los años y décadas por delante.