CAMBRIDGE – El pasado año ha sido testigo de varios ataques, y de algunos intentos frustrados, al orden global basado en las reglas que ha apuntalado la prosperidad en las economías avanzadas del mundo y el rápido crecimiento de muchas economías emergentes. Luego se sucedió un debate candente sobre si la causa fundamental de estos ataques populistas es económica o cultural. Sospecho que la respuesta es una mezcla de ambas cosas, especialmente porque las explicaciones culturales plantean el interrogante de por qué ahora, mientras que las explicaciones económicas ofrecen una pronta respuesta: la desaceleración significativa del crecimiento del ingreso.
CAMBRIDGE – El pasado año ha sido testigo de varios ataques, y de algunos intentos frustrados, al orden global basado en las reglas que ha apuntalado la prosperidad en las economías avanzadas del mundo y el rápido crecimiento de muchas economías emergentes. Luego se sucedió un debate candente sobre si la causa fundamental de estos ataques populistas es económica o cultural. Sospecho que la respuesta es una mezcla de ambas cosas, especialmente porque las explicaciones culturales plantean el interrogante de por qué ahora, mientras que las explicaciones económicas ofrecen una pronta respuesta: la desaceleración significativa del crecimiento del ingreso.