CHICAGO – Aunque resulte difícil de creer para quienes vieron el espectáculo, el reciente segundo juicio político contra el expresidente estadounidense Donald Trump en el Senado sugiere que la democracia estadounidense sigue siendo sólida. Los cuatro años de desacato grandilocuente y flagrante de Trump a la tradición y los procedimientos habían socavado la confianza en la capacidad de recuperación del sistema político estadounidense, pero los procedimientos del juicio político parecieron afirmar la fortaleza de las instituciones democráticas del país.
CHICAGO – Aunque resulte difícil de creer para quienes vieron el espectáculo, el reciente segundo juicio político contra el expresidente estadounidense Donald Trump en el Senado sugiere que la democracia estadounidense sigue siendo sólida. Los cuatro años de desacato grandilocuente y flagrante de Trump a la tradición y los procedimientos habían socavado la confianza en la capacidad de recuperación del sistema político estadounidense, pero los procedimientos del juicio político parecieron afirmar la fortaleza de las instituciones democráticas del país.