MILÁN – En 1916, en medio del horror de la Primera Guerra Mundial, el economista estadounidense John Bates Clark hizo una observación que sigue siendo muy relevante. “Hay efectos de la guerra que son más trágicos que la carga económica que las generaciones futuras se verán obligadas a sostener”, notó, “y hay algunas que son más moralmente repulsivas; pero no hay ninguna que dure tanto o haga un daño mayor que ella”.
MILÁN – En 1916, en medio del horror de la Primera Guerra Mundial, el economista estadounidense John Bates Clark hizo una observación que sigue siendo muy relevante. “Hay efectos de la guerra que son más trágicos que la carga económica que las generaciones futuras se verán obligadas a sostener”, notó, “y hay algunas que son más moralmente repulsivas; pero no hay ninguna que dure tanto o haga un daño mayor que ella”.