NUEVA YORK – Está claro que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no tiene intención de seguir una política de “buen vecino”. Se ha burlado del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, llamándolo “gobernador”, al mismo tiempo que proclamó que un país de 40 millones de habitantes debería convertirse en el estado 51 de Estados Unidos. Tras la primera conversación telefónica que mantuvo con la nueva presidenta de México, Claudia Scheinbaum, la mandataria tuvo que salir a decir, cortésmente, que no había aceptado ninguno de los términos que Trump dijo que había aceptado.
NUEVA YORK – Está claro que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no tiene intención de seguir una política de “buen vecino”. Se ha burlado del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, llamándolo “gobernador”, al mismo tiempo que proclamó que un país de 40 millones de habitantes debería convertirse en el estado 51 de Estados Unidos. Tras la primera conversación telefónica que mantuvo con la nueva presidenta de México, Claudia Scheinbaum, la mandataria tuvo que salir a decir, cortésmente, que no había aceptado ninguno de los términos que Trump dijo que había aceptado.