LONDRES – No hace mucho tiempo, los únicos periodistas destinados a zonas de conflicto que podían obtener protección eran los que trabajaban para medios de comunicación con recursos y mayoritariamente occidentales. Asistían a costosos cursos administrados por antiguo personal de las fuerzas especiales, que los instruían para manejarse en entornos hostiles, recibiendo chalecos antibalas, cascos y botiquines de primeros auxilios.
LONDRES – No hace mucho tiempo, los únicos periodistas destinados a zonas de conflicto que podían obtener protección eran los que trabajaban para medios de comunicación con recursos y mayoritariamente occidentales. Asistían a costosos cursos administrados por antiguo personal de las fuerzas especiales, que los instruían para manejarse en entornos hostiles, recibiendo chalecos antibalas, cascos y botiquines de primeros auxilios.