andrews10_KHALIL MAZRAAWIAFP via Getty Images_jordan Khalil Mazraawi/AFP via Getty Images

¿Qué se esconde tras las intrigas en el palacio de Jordania?

WINCHESTER – «No soy responsable por la crisis en el gobierno, la corrupción y la incompetencia que se extendieron en nuestra estructura gubernamental durante los últimos 15 o 20 años, y han empeorado». Eso dijo el príncipe jordano Hamzah bin Hussein —en arresto domiciliario (o más bien, palaciego)— en un mensaje grabado en video que difundió la BBC el 4 de abril.

¿Planeaba el hijo del fallecido rey Hussein, de 41 años de edad, un golpe contra su hermanastro de 59 años de edad, el rey Abdalá? En ese caso, sería un duro despertar para los extranjeros que se alegraron debido al tratado de paz que firmaron Jordania e Israel en 1994 y, desde entonces, suponen que el reinado hachemí constituye un oasis de estabilidad en una turbulenta región.

El supuesto parecía sólido, Jordania apenas fue afectada por la Primavera Árabe, que ocurrió hace una década; pero si esa estabilidad termina siendo una ilusión, debemos preocuparnos por la posibilidad de que Jordania siga los pasos de Siria e Irak hacia un estado de agitación que también podría arrastrar a Israel y Arabia Saudita, además de proporcionar un nuevo campo de acción a los grupos extremistas como el Estado Islámico y Al Qaeda. Teniendo en cuenta lo que está en juego, es posible que Estados Unidos y otros aliados occidentales de Jordania se vean arrastrados a otro conflicto en Medio Oriente.

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