LONDRES – La recientemente anunciada política de compra de bonos por el Banco Central Europeo, denominada «transacciones monetarias directas» (TMD) marca la convergencia de los bancos centrales europeos con sus contrapartes anglosajonas. Si bien las acciones del BCE representan la mejor posibilidad hasta ahora de poner fin a la crisis que continúa desde 2010, el Banco ha redoblado significativamente las apuestas para los gobiernos.
LONDRES – La recientemente anunciada política de compra de bonos por el Banco Central Europeo, denominada «transacciones monetarias directas» (TMD) marca la convergencia de los bancos centrales europeos con sus contrapartes anglosajonas. Si bien las acciones del BCE representan la mejor posibilidad hasta ahora de poner fin a la crisis que continúa desde 2010, el Banco ha redoblado significativamente las apuestas para los gobiernos.