CHICAGO – En muchos países, el panorama político está cambiando drásticamente, lo que posiblemente augure políticas más radicales tanto en Estados Unidos como en Europa. Frente al envejecimiento de la sociedad, a la desglobalización, al cambio climático, al sentimiento antiinmigración y a los avances tecnológicos, los bancos centrales sentirán presión desde muchos frentes diferentes en los próximos años.
CHICAGO – En muchos países, el panorama político está cambiando drásticamente, lo que posiblemente augure políticas más radicales tanto en Estados Unidos como en Europa. Frente al envejecimiento de la sociedad, a la desglobalización, al cambio climático, al sentimiento antiinmigración y a los avances tecnológicos, los bancos centrales sentirán presión desde muchos frentes diferentes en los próximos años.