CHICAGO – A pesar de todos los elefantes blancos que salpican al mundo de hoy como un recordatorio de los fracasos del pasado en materia de política industrial, los gobiernos, una vez más, pretenden implementar subsidios, regulación y proteccionismo para garantizar que las posiciones dominantes de sus economías estén ocupadas por empresas domésticas que creen empleos domésticos.
CHICAGO – A pesar de todos los elefantes blancos que salpican al mundo de hoy como un recordatorio de los fracasos del pasado en materia de política industrial, los gobiernos, una vez más, pretenden implementar subsidios, regulación y proteccionismo para garantizar que las posiciones dominantes de sus economías estén ocupadas por empresas domésticas que creen empleos domésticos.