ROMA – La denominada crisis de los refugiados en Europa nunca debió convertirse en una emergencia. Alojar a un millón de solicitantes de asilo no debería ser un desafío tan grande para la Unión Europea, un área con 500 millones de ciudadanos que recibe a más de tres millones de inmigrantes cada año. Por desgracia, la falta de una respuesta coordinada está transformando un problema manejable en una aguda crisis política que, como acertadamente advirtió la canciller alemana Angela Merkel, podría destruir a la UE.
ROMA – La denominada crisis de los refugiados en Europa nunca debió convertirse en una emergencia. Alojar a un millón de solicitantes de asilo no debería ser un desafío tan grande para la Unión Europea, un área con 500 millones de ciudadanos que recibe a más de tres millones de inmigrantes cada año. Por desgracia, la falta de una respuesta coordinada está transformando un problema manejable en una aguda crisis política que, como acertadamente advirtió la canciller alemana Angela Merkel, podría destruir a la UE.