MADRID – En un mundo convulso, la agenda de seguridad de la Unión Europea es tan amplia como urgente. Y los avances en casi cualquiera de sus componentes, de la creación de resiliencia económica al logro de un veloz rearme, dependen de una misma cosa: la energía.
MADRID – En un mundo convulso, la agenda de seguridad de la Unión Europea es tan amplia como urgente. Y los avances en casi cualquiera de sus componentes, de la creación de resiliencia económica al logro de un veloz rearme, dependen de una misma cosa: la energía.