BERLÍN – El primer secretario general de las Naciones Unidas, Dag Hammarskjöld, dijo en cierta ocasión que la ONU «no se creó para llevar a la humanidad al paraíso, sino para salvarla del infierno». El infierno al que aludía era, por supuesto, la Segunda Guerra Mundial y la Shoah, en cuya comparación casi cualquier problema actual parece insignificante. Sin embargo, crisis como la pandemia de COVID‑19 y el Brexit han obligado a los europeos a cuestionarse muchas creencias que antes se daban por ciertas.
BERLÍN – El primer secretario general de las Naciones Unidas, Dag Hammarskjöld, dijo en cierta ocasión que la ONU «no se creó para llevar a la humanidad al paraíso, sino para salvarla del infierno». El infierno al que aludía era, por supuesto, la Segunda Guerra Mundial y la Shoah, en cuya comparación casi cualquier problema actual parece insignificante. Sin embargo, crisis como la pandemia de COVID‑19 y el Brexit han obligado a los europeos a cuestionarse muchas creencias que antes se daban por ciertas.