LONDRES – Antes de que la Internet revolucionara la manera en que se reúnen y comparten las noticias, los periodistas raramente se tenían que preocupar sobre la amenaza de la violencia virtual. Sus principales riesgos estaban en el terreno: la seguridad física y psicológica al informar desde zonas de desastres y conflictos. Hoy los campos de batalla de los medios de comunicación se sitúan cada vez más en la red y las mujeres, más que nunca, son quienes reciben los ataques.
LONDRES – Antes de que la Internet revolucionara la manera en que se reúnen y comparten las noticias, los periodistas raramente se tenían que preocupar sobre la amenaza de la violencia virtual. Sus principales riesgos estaban en el terreno: la seguridad física y psicológica al informar desde zonas de desastres y conflictos. Hoy los campos de batalla de los medios de comunicación se sitúan cada vez más en la red y las mujeres, más que nunca, son quienes reciben los ataques.