MILÁN – Hace unas pocas semanas, nadie hubiera puesto en duda que la tendencia más relevante y evidente de la política mundial de estos tiempos es priorizar lo nacional. El unilateralismo y la lógica del «juego de suma cero» se presentaban como la nueva normalidad: «para que yo gane, tú tienes que perder»; «yo primero».
MILÁN – Hace unas pocas semanas, nadie hubiera puesto en duda que la tendencia más relevante y evidente de la política mundial de estos tiempos es priorizar lo nacional. El unilateralismo y la lógica del «juego de suma cero» se presentaban como la nueva normalidad: «para que yo gane, tú tienes que perder»; «yo primero».