SHANGHÁI – La narrativa de que la economía china se acerca a su máximo crecimiento -o de que ya lo ha hecho- se ha asentado en los medios occidentales. Sin embargo, si se leen con atención estos análisis, se encontrará que muchas de las razones que utilizan para sus sombrías evaluaciones no tienen nada de nuevo. Por el contrario, tienden a destacar los mismos retos a los que han recurrido economistas y comentaristas por más de una década. Si China no estaba tropezando entonces, ¿por qué tendríamos que creer que lo está haciendo hoy?
SHANGHÁI – La narrativa de que la economía china se acerca a su máximo crecimiento -o de que ya lo ha hecho- se ha asentado en los medios occidentales. Sin embargo, si se leen con atención estos análisis, se encontrará que muchas de las razones que utilizan para sus sombrías evaluaciones no tienen nada de nuevo. Por el contrario, tienden a destacar los mismos retos a los que han recurrido economistas y comentaristas por más de una década. Si China no estaba tropezando entonces, ¿por qué tendríamos que creer que lo está haciendo hoy?