NEW HAVEN – Hasta el siglo XXI dábamos por sentado que nuestras relaciones más significativas —con familiares, amigos y compañeros de trabajo— serían cara a cara, pero la revolución de Internet, que se desplegó a una velocidad asombrosa, puso en duda esa premisa: muchos pasamos al menos cuatro horas al día en línea (teniendo en cuenta que necesitamos aproximadamente seis horas de sueño cada noche, nos quedan solo catorce para conectarnos con el mundo real).
NEW HAVEN – Hasta el siglo XXI dábamos por sentado que nuestras relaciones más significativas —con familiares, amigos y compañeros de trabajo— serían cara a cara, pero la revolución de Internet, que se desplegó a una velocidad asombrosa, puso en duda esa premisa: muchos pasamos al menos cuatro horas al día en línea (teniendo en cuenta que necesitamos aproximadamente seis horas de sueño cada noche, nos quedan solo catorce para conectarnos con el mundo real).