CAMBRIDGE – Usted ya ha oído hablar de esto antes: las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) son demasiado altas como para impedir cambios catastróficos para nuestro clima. Es preciso concientizar a los países, a las empresas y a las familias sobre la fragilidad del planeta en el que vivimos.
CAMBRIDGE – Usted ya ha oído hablar de esto antes: las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) son demasiado altas como para impedir cambios catastróficos para nuestro clima. Es preciso concientizar a los países, a las empresas y a las familias sobre la fragilidad del planeta en el que vivimos.