NUEVA DELHI – Los economistas progresistas tienden a considerar el enorme paquete de estímulo que China implementó en respuesta a la crisis financiera global de 2008-09 -que ascendió al 12,5% del PIB- como un audaz golpe maestro keynesiano que todos los gobiernos deberían tratar de emular. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional también alabaron a China, al igual que las economías en desarrollo que se beneficiaron del consiguiente auge de las materias primas.
NUEVA DELHI – Los economistas progresistas tienden a considerar el enorme paquete de estímulo que China implementó en respuesta a la crisis financiera global de 2008-09 -que ascendió al 12,5% del PIB- como un audaz golpe maestro keynesiano que todos los gobiernos deberían tratar de emular. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional también alabaron a China, al igual que las economías en desarrollo que se beneficiaron del consiguiente auge de las materias primas.