LONDRES – Este año tiene que convertirse en un punto de inflexión para el mundo. Aunque con frecuencia la cooperación internacional fracasó en 2020, tenemos ahora la oportunidad —y la responsabilidad— de marcar el inicio de una nueva era en la que un mundo más sano, ecológico, seguro y justo sea posible.
LONDRES – Este año tiene que convertirse en un punto de inflexión para el mundo. Aunque con frecuencia la cooperación internacional fracasó en 2020, tenemos ahora la oportunidad —y la responsabilidad— de marcar el inicio de una nueva era en la que un mundo más sano, ecológico, seguro y justo sea posible.