MÚNICH – El abismo entre Rusia y Occidente hoy parece más vasto que en ningún otro momento desde la Guerra Fría. Pero a pesar de las evidentes diferencias, hay áreas de interés existencial compartido. Como hicimos en los peores días de la Guerra Fría, hoy estadounidenses, europeos y rusos debemos trabajar juntos para evitar una catástrofe. Esto incluye prevenir atentados terroristas y reducir el riesgo de un conflicto militar (o incluso nuclear) en Europa.
MÚNICH – El abismo entre Rusia y Occidente hoy parece más vasto que en ningún otro momento desde la Guerra Fría. Pero a pesar de las evidentes diferencias, hay áreas de interés existencial compartido. Como hicimos en los peores días de la Guerra Fría, hoy estadounidenses, europeos y rusos debemos trabajar juntos para evitar una catástrofe. Esto incluye prevenir atentados terroristas y reducir el riesgo de un conflicto militar (o incluso nuclear) en Europa.