WASHINGTON, DC – ¿Habrá alcanzado la política estadounidense un nivel tal de disfuncionalidad como para no poder pagar sus cuentas a tiempo? Esa es la pregunta central detrás del drama del techo de la deuda que está ocurriendo en Washington. Hasta ahora, las gestiones para elevar este límite al endeudamiento del país sugieren que la respuesta bien podría ser afirmativa.
La primera señal de disfunción es que las autoridades electas recién han comenzado a entablar conversaciones entre sí. EE.UU. va directo a un catastrófico impago el mes entrante y, sin embargo, el Presidente Joe Biden, el Portavoz de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy, y otros líderes del Congreso no se habían reunido para hablar de la situación sino hasta del 9 de mayo, y se pospuso un segundo encuentro que había sido programado para el 12 de mayo.
La negativa de Biden a negociar es otra causa de inquietud: quiere que el Congreso eleve el límite máximo sin poner condiciones ni recortes al gasto federal. Si bien Biden puede tener razón en cuanto a los méritos, el sistema de gobierno estadounidense no siempre dirime conflictos según quién tenga la razón al respecto.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
The OpenAI saga – in which founder and CEO Sam Altman was suddenly fired and then reinstated, together with a new governing board – may have been enthralling, but it was neither novel nor surprising. Historically, capital usually wins out when there are competing visions for the future of an innovative product or business model.
shows why OpenAI’s efforts to preserve its founding non-profit mission never stood any chance.
Climate change is expected to displace tens of millions of people by mid-century, especially in the Global South. By enhancing international cooperation, we could improve the lives and livelihoods of the displaced and develop sustainable solutions that enable affected communities to rebuild.
urge leaders to take a holistic approach to addressing the sharp increase in weather-related displacement.
Antara Haldar
advocates a radical rethink of development, explains what went right at the recent AI Safety Summit, highlights the economics discipline’s shortcomings, and more.
WASHINGTON, DC – ¿Habrá alcanzado la política estadounidense un nivel tal de disfuncionalidad como para no poder pagar sus cuentas a tiempo? Esa es la pregunta central detrás del drama del techo de la deuda que está ocurriendo en Washington. Hasta ahora, las gestiones para elevar este límite al endeudamiento del país sugieren que la respuesta bien podría ser afirmativa.
La primera señal de disfunción es que las autoridades electas recién han comenzado a entablar conversaciones entre sí. EE.UU. va directo a un catastrófico impago el mes entrante y, sin embargo, el Presidente Joe Biden, el Portavoz de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy, y otros líderes del Congreso no se habían reunido para hablar de la situación sino hasta del 9 de mayo, y se pospuso un segundo encuentro que había sido programado para el 12 de mayo.
La negativa de Biden a negociar es otra causa de inquietud: quiere que el Congreso eleve el límite máximo sin poner condiciones ni recortes al gasto federal. Si bien Biden puede tener razón en cuanto a los méritos, el sistema de gobierno estadounidense no siempre dirime conflictos según quién tenga la razón al respecto.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in