LIUBLIANA – Mientras las fuerzas ucranianas recuperan territorio y obligan a los desmoralizados ocupantes rusos a huir en retirada, el presidente ruso Vladímir Putin ha escalado su amenaza de usar armas nucleares. Diversos políticos enviaron severas advertencias al Kremlin, y algunos comentaristas compararon el momento actual con la crisis de los misiles cubanos de 1962 y otros episodios de alta tensión que hubieran podido terminar en un apocalipsis nuclear. Pero parece que unos quince mil ucranianos han respondido a la perspectiva de la aniquilación en forma menos abstracta: apuntándose a una fiesta sexual masiva.
LIUBLIANA – Mientras las fuerzas ucranianas recuperan territorio y obligan a los desmoralizados ocupantes rusos a huir en retirada, el presidente ruso Vladímir Putin ha escalado su amenaza de usar armas nucleares. Diversos políticos enviaron severas advertencias al Kremlin, y algunos comentaristas compararon el momento actual con la crisis de los misiles cubanos de 1962 y otros episodios de alta tensión que hubieran podido terminar en un apocalipsis nuclear. Pero parece que unos quince mil ucranianos han respondido a la perspectiva de la aniquilación en forma menos abstracta: apuntándose a una fiesta sexual masiva.