BASILEA – Poner fin a una epidemia es como correr una maratón; y en el caso de la malaria, estamos cerca de la línea de llegada. Pero no debemos perder el ritmo conseguido.
En las últimas décadas, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y el sector privado hicieron grandes avances en la ciencia del tratamiento de la malaria, y canalizaron a esa causa una cantidad extraordinaria de recursos. Las inversiones rindieron: la mortalidad mundial por malaria se redujo un 60% entre 2000 y 2015.
Sin embargo, el progreso logrado corre riesgo, por el incremento de desafíos como la resistencia a fármacos e insecticidas. Ya van dos años consecutivos de aumento de la cantidad de muertes por malaria, y la financiación está estancada. Por eso, este año, el Día Mundial de la Malaria (25 de abril) debe alentarnos a redoblar el esfuerzo. Para erradicar la malaria se necesitarán nuevas soluciones médicas y de política sanitaria, además de una voluntad política más firme.
BASILEA – Poner fin a una epidemia es como correr una maratón; y en el caso de la malaria, estamos cerca de la línea de llegada. Pero no debemos perder el ritmo conseguido.
En las últimas décadas, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y el sector privado hicieron grandes avances en la ciencia del tratamiento de la malaria, y canalizaron a esa causa una cantidad extraordinaria de recursos. Las inversiones rindieron: la mortalidad mundial por malaria se redujo un 60% entre 2000 y 2015.
Sin embargo, el progreso logrado corre riesgo, por el incremento de desafíos como la resistencia a fármacos e insecticidas. Ya van dos años consecutivos de aumento de la cantidad de muertes por malaria, y la financiación está estancada. Por eso, este año, el Día Mundial de la Malaria (25 de abril) debe alentarnos a redoblar el esfuerzo. Para erradicar la malaria se necesitarán nuevas soluciones médicas y de política sanitaria, además de una voluntad política más firme.