WASHINGTON, DC – En el otoño de 2020, muchas autoridades locales y estatales en Estados Unidos decidieron no reabrir las escuelas para clases presenciales. Esto se recordará como una falla vergonzosa de los responsables de las políticas a la hora de fijar sus prioridades. Hubo infinidad de cosas absurdas. En Georgia, los adultos podían asistir a locales de tatús, pero los alumnos de quinto grado no podían ir a clases de matemáticas. En muchos estados, los adultos podían reunirse en un bar, pero se obligaba a los niños a sentarse frente a pantallas de computadora y recibir lecciones online que, en muchos casos, directamente equivalían a no ir a la escuela.
Ahora conocemos las consecuencias. Los resultados de este mes de las pruebas de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP por su sigla en inglés), difundidos recientemente, muestran una marcada reducción de las capacidades en matemáticas y lectura de los niños de 9 años. Los resultados en matemáticas fueron peores en 2022 que en 2020 –la primera caída en los 50 años de existencia de la evaluación- y la caída de los resultados en lectura fue la mayor en más de treinta años. Asimismo, los resultados de las pruebas de matemáticas y lectura de este año estuvieron por debajo del nivel de 2004. La pandemia borró dos décadas de progreso.
No sorprende que a los estudiantes les resultara difícil aprender. Zoom no es un reemplazo de las aulas reales, que estuvieron cerradas durante demasiado tiempo en gran parte del país. Peor aún, los alumnos de peor rendimiento fueron los más afectados por los cierres de las escuelas y el aprendizaje a distancia. Los resultados de las pruebas de matemáticas de los alumnos en el percentil 10 de rendimiento académico cayeron cuatro veces más que los resultados de los alumnos en el percentil 90. En el caso de la lectura, los resultados de los alumnos con peor rendimiento cayeron cinco veces más que los de los participantes de mejor rendimiento.
WASHINGTON, DC – En el otoño de 2020, muchas autoridades locales y estatales en Estados Unidos decidieron no reabrir las escuelas para clases presenciales. Esto se recordará como una falla vergonzosa de los responsables de las políticas a la hora de fijar sus prioridades. Hubo infinidad de cosas absurdas. En Georgia, los adultos podían asistir a locales de tatús, pero los alumnos de quinto grado no podían ir a clases de matemáticas. En muchos estados, los adultos podían reunirse en un bar, pero se obligaba a los niños a sentarse frente a pantallas de computadora y recibir lecciones online que, en muchos casos, directamente equivalían a no ir a la escuela.
Ahora conocemos las consecuencias. Los resultados de este mes de las pruebas de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP por su sigla en inglés), difundidos recientemente, muestran una marcada reducción de las capacidades en matemáticas y lectura de los niños de 9 años. Los resultados en matemáticas fueron peores en 2022 que en 2020 –la primera caída en los 50 años de existencia de la evaluación- y la caída de los resultados en lectura fue la mayor en más de treinta años. Asimismo, los resultados de las pruebas de matemáticas y lectura de este año estuvieron por debajo del nivel de 2004. La pandemia borró dos décadas de progreso.
No sorprende que a los estudiantes les resultara difícil aprender. Zoom no es un reemplazo de las aulas reales, que estuvieron cerradas durante demasiado tiempo en gran parte del país. Peor aún, los alumnos de peor rendimiento fueron los más afectados por los cierres de las escuelas y el aprendizaje a distancia. Los resultados de las pruebas de matemáticas de los alumnos en el percentil 10 de rendimiento académico cayeron cuatro veces más que los resultados de los alumnos en el percentil 90. En el caso de la lectura, los resultados de los alumnos con peor rendimiento cayeron cinco veces más que los de los participantes de mejor rendimiento.