kuttab50_Ramez HabboubPacific PressLightRocket via Getty Images_palestine Ramez Habboub/Pacific Press/LightRocket via Getty Images

La traición árabe de Palestina

AMÁN – Es normal que los países con profundos desacuerdos de todos modos mantengan relaciones diplomáticas, mercantiles y comerciales. Sin embargo, también hay circunstancias en las que se considera que esas relaciones carecen de sentido. Por cierto, ése es el caso de la mayoría de los países frente a Corea del Norte, pero también describe la postura previa de Estados Unidos con Cuba, y ahora con Venezuela, así como la política de Israel con Irán, la de Arabia Saudita con Qatar y la de gran parte del mundo árabe con Israel.

Dada la importancia del diálogo entre los países, siempre se plantea el interrogante de cuándo perseguir o terminar relaciones normales con un actor “malo”. Históricamente, los gobiernos han cortado lazos con países que han violado repetidamente las normas internacionales, perpetrado genocidios u otras atrocidades o cuyo comportamiento merece un castigo. Los ejemplos obvios incluyen a la Alemania nazi, a la Unión Soviética cuando intentó desplegar armas nucleares en Cuba y a Irán, un país cuyos líderes constantemente instan a la destrucción de Israel.

Pero si violar las normas internacionales, defender una retórica fascista y abusar de la gente que está bajo su control son motivos suficientes para rechazar las relaciones normales con un país, ¿la estrategia histórica de los países árabes y de mayoría musulmana frente a Israel no estaría justificada? Mientras que Israel actúa democráticamente con sus ciudadanos judíos, su política con los ciudadanos no judíos y su ocupación y colonización de décadas de territorios palestinos han sido definidas por las Naciones Unidas como violaciones del derecho internacional.

https://prosyn.org/zmfAmUxes