posner9_KENA BETANCURAFP via Getty Images_impeach trump Kena Betancur/AFP via Getty Images

Inhabilitar a Trump justifica un juicio político

CHICAGO – El viernes 8 de enero, la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, anunció planes de iniciarle juicio político al presidente Donald Trump (el segundo en un año) con la esperanza de destituirlo antes de que haga más daño al país. El primer intento, que empezó en diciembre de 2019 y concluyó el pasado febrero, fue inútil e imprudente, y terminó dando una ligera ventaja política a Trump. Ahora los demócratas tampoco la tendrán fácil, pero deben seguir adelante. El juicio político ofrece la posibilidad de impedir que Trump vuelva a ejercer un cargo público, y con eso es suficiente para justificar el riesgo de que no prospere.

Según la Constitución de los Estados Unidos, la Cámara de Representantes debe en primer lugar aprobar el pedido de juicio político por mayoría de votos, algo que no supone problema para los demócratas, que son mayoría en la Cámara. Lo complicado es el Senado, donde 17 senadores republicanos tendrán que acompañar a los demócratas para obtener la mayoría de dos tercios necesaria para destituir e inhabilitar al presidente.

Mucha gente lleva años esperando que los republicanos admitan que Trump no tiene aptitud para ejercer cargos públicos y le suelten la mano. Pero a pesar de una retahíla de escándalos, políticas erradas y mentiras flagrantes, Trump ha conservado su base de seguidores, lo que le dio poder sobre los políticos republicanos que tuvieran que presentarse a reelección. Ese simple hecho explica por qué casi todos los republicanos con cargo electivo se han mantenido fieles al presidente.

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