WASHINGTON, DC – Si los países de Oriente Próximo no comienzan a dar pasos reales en cuanto a reformas políticas y económicas fundamentales, será inevitable que haya más violencia en la región. Hoy, cuando los sistemas rentistas que sus gobiernos han sostenido por décadas se encuentran en un punto de quiebre, las autoridades deben comenzar el proceso, difícil pero no imposible, de establecer nuevos contratos sociales.
WASHINGTON, DC – Si los países de Oriente Próximo no comienzan a dar pasos reales en cuanto a reformas políticas y económicas fundamentales, será inevitable que haya más violencia en la región. Hoy, cuando los sistemas rentistas que sus gobiernos han sostenido por décadas se encuentran en un punto de quiebre, las autoridades deben comenzar el proceso, difícil pero no imposible, de establecer nuevos contratos sociales.