stiglitz278_ Chip SomodevillaGetty Images_joe biden Chip Somodevilla/Getty Images 

Recuperar la grandeza estadounidense

NUEVA YORK – Julia Jackson (madre de Jacob Blake, un joven negro de Kenosha, Wisconsin, que recibió siete tiros por la espalda de la policía) no se equivocó al afirmar: «Estados Unidos es grande cuando nuestra conducta es grande». Lamentablemente, hace cuatro años que el presidente Donald Trump viene llevando a Estados Unidos en la dirección opuesta.

Parece que cuando enfrente a los votantes el 3 de noviembre, estará en juego la historia entera del país. Han pasado 160 años desde que Estados Unidos intentó lidiar con el «pecado original» de la esclavitud. En aquel momento el presidente Abraham Lincoln advirtió: «Una casa dividida no puede mantenerse en pie». Pero con Trump, todas las divisiones de Estados Unidos se han acrecentado.

No sorprende que durante su presidencia los ricos se hayan vuelto más ricos, ya que Trump tiende a juzgar el desempeño económico general según los resultados de las bolsas, donde el 10% más rico de los estadounidenses posee el 92% de las acciones. Y mientras las cotizaciones bursátiles no han dejado de subir, lo mismo ocurrió con el subempleo y el desempleo. Unos 30 millones de residentes estadounidenses viven en hogares con insuficiencias alimentarias, y la mayoría de los que integran la mitad inferior de la distribución de ingresos ganan sueldos de subsistencia. En un país que ya estaba atravesado por desigualdades cada vez más profundas, los republicanos de Trump no sólo les bajaron los impuestos a los multimillonarios y a las corporaciones sino que también implementaron políticas que llevarán a que la inmensa mayoría de las personas con ingresos medios deban tributar más.

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