asullivan1_Sean GladwellGetty Images_facebookthumbsup Sean Gladwell/Getty Images

La internet no es el enemigo

RESTON, VIRGINIA – Vivimos en una edad milagrosa en que la mitad del mundo tiene acceso a una tecnología –la internet- que apoya la salud y la educación de las personas, puede ser un salvavidas en tiempos de enfermedades o desastres, y fue diseñada para ser abierta, sin que nadie la posea. La pandemia de COVID-19 ha resaltado su importancia y potencial, al obligar al planeta a conectarse de manera remota, a distancia y en tiempo real.

Por desgracia, también vivimos en tiempos de miedo y suspicacia. No es necesario siquiera buscar noticias sombrías en las redes sociales (el llamado “doomscrollling”) para encontrar gente diciendo que la internet es peor que cualquier peste o guerra que hayamos vivido. Parece que es un chivo expiatorio para muchos de los problemas actuales, incluidos el terrorismo, el abuso infantil y hasta el fin de la democracia.

Pero, pensadlo un momento. Creer, por ejemplo, que las noticias falsas de alguna manera son culpa de la internet es olvidar las campañas de propaganda estatal que se perfeccionaron en el siglo veinte. De manera similar, la excesiva concentración de la riqueza y los omnipotentes monopolios no son productos de la era digital; hubo tiempos en que existían empresas como la US Steel, la Standard Oil y las compañías británica y holandesa de las Indias Orientales. Algunos incluso responsabilizan a la internet por el declive de los valores cívicos y hasta la civilidad, como si la mentira en la política y los discursos incendiarios no hubieran sido posibles antes de Twitter.

https://prosyn.org/gQ77317es