james158_GettyImages_dollarcoinhousechimney Getty Images

Ubicar la desigualdad

MÚNICH – La desigualdad es el gran problema político y económico de la actual era, pero por largo tiempo los debates en torno a ella han sufrido un grado de imprecisión. Por ejemplo, la medida estándar de la desigualdad, el coeficiente Gini, reduce toda la distribución del ingreso de un país a un número entre cero y uno, por lo que es altamente abstracta. De manera similar, mientras en muchas partes del mundo se amplía la brecha de la desigualdad, no hay una correlación simple entre esa tendencia y el descontento o el malestar social. Francia es mucho menos desigual que Estados Unidos, y sin embargo tiene niveles similares o más intensos de polarización social.

El actual debate sobre la desigualdad comenzó en la práctica en 2013 con la publicación de la obra El capital en el siglo veintiuno, del economista francés Thomas Piketty, que llegó a la conclusión de que la tasa de retorno del capital tiende a superar la tasa de crecimiento, causando con ello que la desigualdad aumente con el tiempo. Pero aquí también se advierte cierta imprecisión. Los bienes raíces, después de todo, no es un bien homogéneo, porque su valor depende de la “ubicación, la ubicación, la ubicación”. Hay castillos y elegantes palacios que hoy cuestan menos que un departamento pequeño en las grandes ciudades.

La riqueza genera la mayor controversia donde es más tangible, como cuando los espacios físicos se convierten en marcadores de estatus: la oficina esquinera es deseable precisamente porque los demás no pueden tenerla. En términos más generales, a medida que las ciudades globales se vuelven centros de atracción para la elite global, se han vuelto cada vez menos asequibles para empleados de oficinas, policías, profesores, enfermeras y similares. Mientras estos deben hacer largos y agotadores viajes de la casa al trabajo y viceversa, las elites usan las ciudades globales como les place, a menudo saltando de una a otra. Grandes zonas de París y Londres se encuentran a oscuras de noche, y Manhattan tiene hoy cerca de un cuarto de millón de apartamentos vacíos.

https://prosyn.org/9Q3T3xGes