singer211_ Iranian Supreme Leader Press OfficeHandoutAnadolu Agency via Getty Images_khamenei Iranian Supreme Leader Press Office/Handout/Anadolu Agency via Getty Images

¿Libertad de expresión para quién?

PRINCETON – ¿Cómo puede ser alguien que prohibió el acceso a Twitter a 83 millones de personas pueda usar libremente esa plataforma para publicar mensajes que denigran a las mujeres y apoyan el brutal ataque al escritor Salman Rushdie? Me refiero al líder de la República Islámica de Irán, el ayatola Alí Jamenei, cuyo gobierno está asesinando a las mujeres que desean poder mostrar su cabello en público.

Desde hace ya varios años la activista iraní-estadounidense Masih Alinejad solicita que echen a Jamenei de Twitter. El mes pasado, junto con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, recibió el Premio Oxi al Coraje 2022 en el Instituto de la Paz de Estados Unidos. Realmente hace falta coraje para oponerse a Jamenei, algo que se tornó evidente con el ataque a Rushdie en agosto, que se remonta a la fetua de 1989 dictada por su predecesor, el ayatolá Jomeiní, para condenar a Rushdie a muerte por blasfemia.

Hace muy poco, en 2019, Jamenei calificó a ese veredicto de «sólido e irrevocable» y el ministro de Relaciones Exteriores iraní se negó a reprochar al atacante y, en lugar de ello, culpó a Rushdie. La propia Alinejad se encuentra bajo protección del FBI desde agosto, cuando la policía arrestó a un hombre acusado de planear asesinarla.

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