PARÍS – De los Protocolos de los sabios de Sión a la afirmación absurda del presidente ruso Vladímir Putin de que a Ucrania la gobiernan nazis que cometen un genocidio contra los habitantes de habla rusa: el Kremlin siempre fue un experto en el oscuro arte de la desinformación.
Los Protocolos son una falsificación que se publicó en Rusia a principios del siglo XX, donde supuestamente se expone una conspiración judía para dominar el mundo. Fue una mentira tan grande como una casa, y se convirtió en uno de los pilares del violento antisemitismo que más tarde llevó al exterminio de la mayor parte de la población judía de Europa a manos del Tercer Reich de Hitler.
En cuanto a la gran mentira de Putin, no engañó a casi nadie fuera de Rusia, pero es posible que haya incitado algunas de las atrocidades que los soldados rusos, mal entrenados y mal informados, cometieron en Bucha y en otros lugares. La desinformación y las mentiras pueden matar. También pueden inclinar a un país hacia el lado errado de la historia.
PARÍS – De los Protocolos de los sabios de Sión a la afirmación absurda del presidente ruso Vladímir Putin de que a Ucrania la gobiernan nazis que cometen un genocidio contra los habitantes de habla rusa: el Kremlin siempre fue un experto en el oscuro arte de la desinformación.
Los Protocolos son una falsificación que se publicó en Rusia a principios del siglo XX, donde supuestamente se expone una conspiración judía para dominar el mundo. Fue una mentira tan grande como una casa, y se convirtió en uno de los pilares del violento antisemitismo que más tarde llevó al exterminio de la mayor parte de la población judía de Europa a manos del Tercer Reich de Hitler.
En cuanto a la gran mentira de Putin, no engañó a casi nadie fuera de Rusia, pero es posible que haya incitado algunas de las atrocidades que los soldados rusos, mal entrenados y mal informados, cometieron en Bucha y en otros lugares. La desinformación y las mentiras pueden matar. También pueden inclinar a un país hacia el lado errado de la historia.